Evisceración
¿Qué es una evisceración?
Consiste en quitar la córnea, que es la parte transparente más anterior del ojo, y vaciar completamente el contenido del ojo, retirando el iris, el cristalino, el vitreo, la retina y la coroides. Únicamente se mantiene la esclera, que es el “cascarón” del ojo.
A continuación, hay que reponer el volumen del ojo que se acaba de vaciar. Para ello, se coloca una prótesis de diferentes materiales, dentro del “cascarón” de la esclera, mediante una técnica llamada de 4 pétalos y se cubre con la propia esclera, la cápsula de Tenon y la conjuntiva. Por último, se coloca una pieza de plástico que impide que los párpados cicatricen entre sí. Esta pieza se mantiene hasta que se retiran las suturas externas y se envía al paciente al ocularista, para que le fabrique su prótesis ocular estética personalizada.
La intervención se realiza con anestesia local y sedación y no requiere ingreso del paciente.
¿En qué situaciones se realiza la evisceración?
Esta intervención se indica en las siguientes situaciones:
- Ojo ciego doloroso: son pacientes que no ven por ese ojo y que padecen mucho dolor, habitualmente relacionado con una tensión ocular muy elevada que no responde a ningún tratamiento.
- Ojo en pthisis bulbi: son pacientes que suelen haber sufrido muchas intervenciones en el ojo afectado sin buen resultado. Son ojos ciegos. El ojo empieza a perder tensión, haciéndose progresivamente más pequeño.
- Endoftalmitis: son infecciones que se producen en el interior del ojo y que acaban con la visión del mismo. A veces, además existe riesgo de que la infección se disemine y afecte a la órbita y a otras estructuras vecinas potencialmente peligrosas.
- Otros: son ojos que no tienen capacidad de recuperación visual y una estética no deseada por el paciente, ya que suelen tener las córneas blanquecinas.