Prótesis oculares

Una vez que se ha realizado la intervención de evisceración o de enucleación y que se han retirado los puntos de sutura, el paciente debe acudir a un protésico ocular para que le realice su prótesis ocular cosmética.

Esta prótesis tendrá la misma forma y color de su otro ojo. Se realizan en materiales diversos, como el polimetilmetacrilato (PMMA) o las resinas acrílicas. Se fabrican de forma individualizada creando la prótesis a partir de un molde de la cavidad del paciente. Posteriormente, se pintan a mano. Los cuidados que debe seguir el paciente para conseguir un buen porte de la prótesis y, a su vez, mantenerla en buenas condiciones son muy sencillos. No conviene retirar la prótesis para limpiarla con mucha frecuencia ya que puede provocar la irritación de la cavidad anoftálmica. La limpieza se realiza con productos recomendados por el protésico ocular. La duración de la prótesis suele ser de unos 5 años. A veces, hay que realizar algún pulido de la prótesis para que recupere el brillo natural que debe tener. En pocas ocasiones hay que realizar pequeñas modificaciones del tamaño de la prótesis por cambios en la cavidad anoftálmica.